85 cántabras crean su propia empresa a través de Programa de Apoyo Empresarial a la Mujer de la Cámara de Comercio

La entidad ocupa el sexto puesto por actividad dentro de la red cameral, compuesta por 50 gabinetes de asesoramiento

85 emprendedoras se convirtieron en empresarias durante 2008 a través del Programa de Apoyo Empresarial a la Mujer (PAEM) que desarrolla la Cámara de Comercio de Cantabria con el apoyo financiero del Instituto de la Mujer y el Fondo Social Europeo. Las empresas creadas han generado 102 nuevos empleos, 17 de ellos asalariados. El proyecto, cuyo principal objetivo es el fomento del autoempleo entre las mujeres, asesoró también a 461 empresarias y emprendedoras.

Estos resultados sitúan a la Cámara de Cantabria entre las entidades camerales más dinámicas en la promoción de creación de empresas por mujeres, al ocupar el sexto lugar en actividad dentro de la red cameral, compuesta por 50 gabinetes PAEM, sólo por detrás de Sevilla, Oviedo, Santiago de Compostela, Valencia y Mallorca. Las empresas creadas en toda la red ascendieron a 1.992, con más de 2.320 puestos de trabajo generados. El número de usuarias fue de 9.917. Desde se puesta en marcha en el año 2000, se ha logrado crear 15.589 empresas lideradas por mujeres; se han generado 3.840 empleos y se han atendido 96.119 demandas de asesoramiento.

El Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres (PAEM) tiene como objetivo sensibilizar a las mujeres hacia el autoempleo y la actividad empresarial y ser un instrumento eficaz para la creación y consolidación de empresas lideradas por ellas. Es un programa dirigido a mujeres con inquietud emprendedora, con
una idea o proyecto de negocio o con un plan de modernización o ampliación, especialmente diseñado para apoyar las iniciativas en cualquier fase de su proyecto, tanto en el inicio de la idea empresarial como en su apuesta en marcha y consolidación.

El PAEM desarrolla actividades de información empresarial, asesoramiento general, tramitación de expedientes, seguimiento de las iniciativas, acciones de sensibilización y animación como jornadas y seminarios, y otras iniciativas dirigidas a la consolidación de empresas creadas por mujeres y a promover el espíritu de empresa en este sector de la población.

www.e-empresarias.net

Por otra parte, en el marco del Programa, las Cámaras de Comercio y el Instituto de la Mujer han desarrollado un servicio de asesoramiento empresarial a la mujer en Internet. A través de la página web www.e-empresarias.net, ambas instituciones responden de forma rápida a cuestiones derivadas de la gestión empresarial, acercándolas, a su vez, a las nuevas tecnologías. Durante 2008, han atendido 12.637 consultas, procedentes, en la mayoría de los casos, de empresarias del medio rural. De Cantabria se recibieron 177 consultas on line en ese mismo periodo.

El servicio mantiene informadas a las usuarias a través de boletines, ofrece la posibilidad de participar en un foro de cooperación e intercambio de experiencias e informa sobre jornadas, ferias y actividades formativas. Otro de los servicios principales es que, a través de la página, las emprendedoras pueden obtener un autodiagnóstico básico para evaluar la viabilidad de su proyecto empresarial.

«Tenemos claro que empezar desde cero es un gran desafío para cualquier emprendedor. Sin embargo, este desafío de montar un negocio aumenta considerablemente cuando el emprendedor es una mujer», explica el secretario general de la Cámara de Comercio de Cantabria, Antonio Mazarrasa. «Las cifras hablan por sí solas», añade, «como media, la mujer española gana un 28% menos que el hombre; la tasa de actividad femenina es un 22 % menor que la masculina. Por cada hombre que abandona su puesto de trabajo por razones familiares, lo hacen 27 mujeres. Las empresas del IBEX35 sólo tienen un 2,5% de mujeres en sus Consejos de Administración y de cada 10 contratos temporales, 8 son ocupados por mujeres y el 78% de los contratados a tiempo parcial son mujeres». «Constituyen una fuerza económica innegable y con el PAEM queremos contribuir al pleno desarrollo del potencial empresario femenino», concluye.