Los empresarios cántabros apelan a la automotivación y al apoyo de la Administración para convertir la crisis en una oportunidad para Cantabria

Para los ponentes del coloquio «Cómo ven nuestros hombres y mujeres de empresa la economía de Cantabria para el año 2009», la situación es mala, pero requiere iniciativa por parte de todos

Los cinco empresarios que participan hoy en la reunión coloquio «Cómo ven nuestros hombres y mujeres de empresa la economía de Cantabria para el año 2009», que organizan conjuntamente el Centro Montañés de Investigación y Desarrollo (CEMIDE) y la Cámara de Comercio de Cantabria, han dibujado un panorama preocupante y lleno de incertidumbre, pero para hacerle frente han apelado a la automotivación y al apoyo por parte de la Administración para afrontar el cambio de modelo que se avecina.

Es la 36ª edición de esta jornada, una de las de mayor tradición en el mundo empresarial de la región, que tendrá lugar hoy lunes 9 de marzo, a las 19,30 horas, en el salón de actos de la Cámara.

Paz Maza Machín, presidenta de la Federación de Asociaciones Empresariales de la Distribución y el Comercio de Cantabria (Fediscom), dijo que existe una gran dificultad para anticipar porque «los indicadores que hoy apuntan en una dirección, mañana cambian», aunque sí constató que «está siendo afectado por una contracción de la demanda que podemos calificar de muy alarmante».

Como medidas de apoyo pidió a las instancias políticas que «escuchen al sector comercial, porque no se nos escucha mucho, cuando hay muchos aspectos que les corresponde afrontar a los políticos». Respecto a las empresas, recomendó incidir en tres pilares: confianza, innovación y excelencia. «Es necesario orientar el comercio al cliente en todos sus planteamientos», señaló.

El representante del sector financiero, Enrique M. Ambrosio Orizaola, presidente de Caja Cantabria, advirtió de la dificultad para predecir cuánto va a durar la crisis, puesto que «la volatilidad de los pronósticos es altísima» y «se trata de una crisis no comparable con las precedentes», pero aventuró que en año y medio podría empezar a verse la recuperación.

Para enfrentarse a la situación económica, que «es mala», Ambrosio apeló a la automotivación, porque en su opinión «esperar a Godoy es la peor opción», y sugirió a las empresas que «aporten su granito de arena» mediante acciones de mejora continua para lograr la «tan ansiada competitividad».

El presidente de la entidad financiera se refirió al Plan Eólico de Cantabria como «la gran oportunidad de la región». «Si aprovechamos bien el tirón de las energías renovables, creo que podríamos tener un aspecto industrial mucho más esperanzador que el actual», añadió.

«La situación del sector industrial es preocupante», manifestó Jaime Sordo González, director general y presidente del Consejo de Administración de Airconfort Grupo Dalkia, para quien «desconfianza, inseguridad y pesimismo» constituyen los rasgos de la fotografía actual. Para Sordo, la motivación y el compromiso del empresario son fundamentales y defendió «la necesidad de adaptarse al cambio» y «seguir ilusionándose».

También reclamó que se inyecten «más fondos ICO y más fondos regionales» para poder enfrentarse a la situación actual, así como una filosofía laboral distinta. «Tendremos que sacrificarnos todos, incluidos los directivos, para evitar soluciones más drásticas». También exigió más suelo industrial y la subsanación del déficit energético que afecta a la actividad empresarial. Sordo apostó por la exportación porque «mientras no exportemos, seremos una economía pequeña» y pronosticó que «de esta saldremos con mucha más I+D+i e innovación».

Para Miguel Ángel Fernández Seco, presidente de la Asociación de Empresas de Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Ascentic), «2009 es un año de retos y oportunidades». Explicó que las empresas TIC «serán las primeras en salir de la crisis» porque «la tecnología es una palanca fundamental frente a la recesión».

Fernández Seco auguró la aparición de «un nuevo modelo» tras la crisis en el que «las empresas que subsistan serán más eficientes y tendrán que ser diferentes a sus competidores».

Por parte del sector turístico, Adolfo Añíbarro Cantera, presidente del Grupo Solares, dijo que no encontraba razones para mostrarse optimista, porque «en un periodo de crisis tan profunda, el gasto en turismo es marginal, es muy limitado y tiende a la baja». Para Añíbarro, «difícilmente se va a salir de la crisis si no se consume». «Hay que consumir, si no se dejará de producir y habrá más paro», explicó.

No obstante, calificó como buena la oferta turística de Cantabria que en los últimos años ha hecho grandes inversiones, «quizá excesivas», y animó a luchar por captar al cliente.

El presidente de la Cámara de Cantabria, Modesto Piñeiro, antes de dar paso a los empresarios protagonistas de la jornada, les pidió «cierto optimismo», porque además de la crisis real, también existe una «crisis psicológica» que «nos hace retraernos en el consumo, las inversiones y otros aspectos».

Por su parte, el presidente de CEMIDE, Enrique Campos, habló de «un futuro bastante complicado» y de «problemas estructurales» que habría que atacar, como la reducción del gasto público o el absentismo laboral.