Los escolares de Reocín plantan un árbol como símbolo de la lucha del 25N

 Los escolares de Reocín plantan un árbol como símbolo de la lucha del 25N

Los escolares del municipio han sido protagonistas del acto organizado en Reocín con motivo del 25N, Día Internacional para la Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres.

Este año, el acto se ha desarrollado en La Robleda, donde el alcalde, Pablo Diestro, acompañado por los concejales de Igualdad, Fernando Callejo, y de Obras y Deportes, Margari Martínez, ha explicado a los más pequeños su importancia para que la violencia contra las mujeres consiga erradicarse y que como adultos y adultas se relacionen en igualdad y respeto.

Después han sido lo niños y niñas los que han leído sus propios manifiestos, elaborados en sus aulas, en los que también han hablado de respeto, de la igualdad de derechos de niñas y niños, de hombres y mujeres, y de la importancia de que todos y todas en la sociedad convivan sin violencia de género.

Para concluir el acto, los niños y niñas han plantado en La Robleda un ‘arbol de Júpiter’, cuyas flores moradas representan el color que simboliza la lucha del 25N contra la violencia de género. Un árbol que el alcalde, Pablo Diestro, les ha animado a cuidar “entre todos y todas”, para que cuando sean adultos puedan recordar este día.

Manifiesto del 25N

Hoy, 25 de noviembre, conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, conscientes de que la violencia que sufren las mujeres y niñas por el hecho de serlo sigue siendo un problema estructural que atraviesa fronteras, culturas y circunstancias. Los Ayuntamientos, Diputaciones, Cabildos y Consejos Insulares nos unimos para reafirmar nuestro compromiso con la lucha por la igualdad y la dignidad.

La erradicación de la violencia contra las mujeres es una tarea que nos corresponde a toda la sociedad como parte de un esfuerzo colectivo para transformar las estructuras que perpetúan el machismo y la desigualdad, evitando caer en los discursos negacionistas, porque a pesar de los desarrollos legislativos en España, aún queda mucho por hacer.

Es imprescindible que toda la sociedad se una en la condena de la violencia machista en todas sus manifestaciones, y que trabajemos colectivamente para construir un futuro en el que ninguna mujer deba vivir con miedo. Solo con el compromiso activo de todos y todas podremos erradicar este fenómeno estructural.

Desde el año 2003, en España más de 1.279 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, y en lo que llevamos de año, 24 menores se han quedado huérfanos.

A esta tragedia debemos sumar las innumerables violencias cotidianas que permanecen muchas veces invisibles y silenciadas: la violencia económica que priva a las mujeres de su independencia; la violencia vicaria, donde los hijos e hijas son utilizados como instrumentos de sufrimiento; la violencia digital, que se manifiesta en amenazas, acoso y chantaje en el entorno virtual; y la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, una de las formas más crueles de esclavitud contemporánea. No podemos olvidar tampoco el uso de la sumisión química, una práctica deplorable que convierte a las víctimas en objetos sin voluntad para ser violentadas impunemente.

Este año, ha habido un avance importante en el ámbito europeo: una Directiva sobre la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Es una norma que marca un hito en la protección de los derechos de las mujeres, estableciendo medidas para combatir la violencia de género y garantizar el acceso a la justicia y la protección de las víctimas y obliga a los Estados miembros a adoptar medidas que fortalezcan los servicios de apoyo, aseguren una adecuada respuesta penal mediante la tipificación de nuevos delitos -como, por ejemplo, el ciberacoso- y que promuevan la cooperación, garantizando que ninguna mujer quede desprotegida por las fronteras internacionales.

Por este motivo, instamos al Gobierno de España a proceder cuanto antes a la trasposición de esta directiva al ordenamiento jurídico y normativo nacional,

Los ayuntamientos, a través de la FEMP, nos comprometemos firmemente a seguir mejorando la coordinación entre las distintas instituciones implicadas en la lucha contra la violencia de género, para asegurar que las víctimas reciban el apoyo integral que necesitan para superar la violencia sufrida.

Hoy, más que nunca, es nuestra responsabilidad denunciar públicamente todas las formas de violencia contra la mujer, para que el silencio y la complicidad no tengan cabida en nuestra sociedad. Es hora de que la vergüenza recaiga donde debe estar: en quienes ejercen la violencia, no en quienes la sufren.

Fuente: ayto-reocin.com

El Cantabro

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