«Puttering»: el secreto matutino de mentes brillantes para empezar el día con calma

El término «puttering» puede sonar inusual, pero lejos de ser un simple pasatiempo, representa un hábito calmante y productivo que practican figuras como Jeff Bezos y Stephen King.
02.11.2024 Esta práctica consiste en realizar pequeñas tareas sin presión, como arreglar un poco la casa o preparar el desayuno sin un propósito definido. En lugar de ser una simple pérdida de tiempo, el «puttering» permite que la mente se relaje, dando espacio a nuevas ideas y reduciendo el estrés. Te contamos en qué consiste y cómo puedes incorporarlo a tu vida para disfrutar de sus beneficios.
¿Qué es el «puttering»?
El «puttering» implica hacer pequeñas actividades cotidianas con tranquilidad, sin prisas y sin un objetivo específico. Puede tratarse de ordenar la cocina, regar las plantas o simplemente deambular por casa organizando lo que está fuera de lugar. Es una especie de «vacío programado», un momento en el que el cerebro se libera de las tensiones, facilitando un estado mental relajado que fomenta la creatividad y la calma.
Los beneficios del «puttering» para la salud y el bienestar
Incorporar el «puttering» a la rutina diaria ofrece múltiples beneficios para la salud física y mental. Aquí repasamos sus efectos principales:
- Reducción del estrés: Realizar tareas sin presión ayuda a desacelerar el sistema nervioso y reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto resulta beneficioso para la salud cardiovascular y ayuda a prevenir problemas de ansiedad y depresión.
- Mayor creatividad: Cuando la mente se libera de la presión de ser productiva, se vuelve más creativa. Las tareas repetitivas o sencillas permiten que el cerebro encuentre nuevas conexiones entre ideas, un fenómeno demostrado en estudios de neurociencia.
- Beneficios cognitivos: El «puttering» permite activar la red en modo por defecto (DMN), un circuito neuronal que se asocia con la memoria y la reflexión. Esta desconexión fomenta la claridad mental y la mejora cognitiva.
- Mejor salud física: Aunque el «puttering» no es un ejercicio físico intenso, incluye movimiento y actividad ligera, que contribuyen a quemar calorías y a mantener el metabolismo activo, beneficiando así la salud en general.
Cómo incorporar el «puttering» a tu rutina diaria
Incluir este hábito en tu día a día no requiere mucho tiempo ni planificación. Aquí algunos consejos prácticos para hacerlo:
- Dedica tiempo por la mañana: Empieza el día sin prisas; dedica los primeros minutos a tareas tranquilas como preparar el café o regar las plantas. Este enfoque a cámara lenta ayuda a comenzar el día con serenidad.
- Pausas de «micro-puttering»: Tras una reunión o una tarea larga, haz un descanso para ordenar el escritorio o caminar por casa. Estas pausas refrescan la mente y facilitan la concentración.
- Aprovecha los momentos de transición: Al llegar a casa o finalizar una actividad, dedica unos minutos a tareas sin importancia, como ajustar un cojín o guardar un libro. Esto ayuda a descomprimir la mente.
- Desconéctate de la tecnología: El «puttering» funciona mejor sin la constante presencia del móvil o el ordenador. Dedica un tiempo sin distracciones digitales para aprovechar la calma de estas actividades.
- Pequeñas tareas al final del día: Antes de acostarte, dedica 15 minutos a ordenar algo sencillo. Esto ayuda a desconectar y preparar el ambiente para una noche de descanso.
- Valora el «vacío» en tu día: Practicar «puttering» te enseña a disfrutar de la falta de productividad como una forma de autocuidado. Aprender a estar sin hacer nada puede ser clave para una vida más equilibrada y satisfactoria.
Incorporar el «puttering» a la rutina diaria es una manera de reducir el estrés y fomentar un ambiente propicio para la creatividad y la tranquilidad. En un mundo que exige constante actividad, este hábito ofrece una forma accesible y efectiva de cuidarse, dejando espacio para la calma y el bienestar.