Vallecas llora la muerte de los cuatro jóvenes en Cantabria

El barrio de Palomeras, en el distrito de Puente de Vallecas (Madrid), se encuentra consternado tras el fallecimiento de cuatro de sus vecinos en un trágico accidente de tráfico ocurrido el pasado sábado por la noche en una carretera de Santander. Los jóvenes, de entre 20 y 21 años, formaban parte de un grupo de amigos que había viajado a Cantabria para celebrar un cumpleaños en una casa rural del Valle del Pas.
El siniestro tuvo lugar en el puerto de Lunada, cuando el vehículo en el que viajaban se salió de la vía y cayó por una ladera de aproximadamente 400 metros de altura. El sistema de emergencia del teléfono móvil de uno de los ocupantes activó automáticamente una alerta al 112, lo que permitió que los servicios de rescate localizaran el coche cerca de la medianoche del sábado.
Los cuerpos de las víctimas fueron trasladados el domingo por la tarde al Instituto de Medicina Legal de Santander, donde se les practicaron las autopsias antes de ser enviados a varios tanatorios de Madrid. En el velatorio de Parcesa, ubicado en la M-40 de Villaverde, se reunieron familiares y amigos para despedir a Izan y Juan Ramón, dos de los fallecidos.
Tres de las víctimas eran muy conocidas en Palomeras, ya que habían estudiado en el Instituto Antonio Domínguez y en el Instituto de Formación Profesional de Palomeras. Además, participaban activamente en la asociación juvenil Krecer, un colectivo que desde 1990 desarrolla actividades socioculturales para niños y jóvenes en la calle Gerardo Diego, en Vallecas.
El impacto del accidente ha sacudido a la comunidad, donde los vecinos recuerdan a los fallecidos como jóvenes cercanos y comprometidos. «Eran chicos encantadores, siempre dispuestos a ayudar», expresó un cliente de un bar de la zona que conocía a algunos de ellos y a sus familias. «Es una tragedia enorme. Se fueron a pasar un fin de semana de celebración y la desgracia se cruzó en su camino», lamentó una joven que también tenía relación con los fallecidos.
Según testigos, otros cuatro amigos viajaban en un vehículo detrás del accidentado y presenciaron el suceso. «No sabemos exactamente qué ocurrió, solo que estaban regresando a la casa rural después de cenar en un restaurante recomendado», relató un vecino.
El suceso ha generado un profundo dolor en el barrio de Palomeras, donde familiares, amigos y vecinos se han volcado para brindar apoyo a los allegados de las víctimas en estos momentos tan difíciles.