China despliega una flota de camiones autónomos que revoluciona la logística global

La isla de Hainan es el epicentro de una transformación tecnológica que pone al país asiático a la cabeza del transporte de mercancías sin conductor
08.05.2025 . – Un camión sin cabina ni conductor avanza en silencio por una carretera de Qionghai, en la isla china de Hainan. Lo que en otro tiempo habría parecido ciencia ficción es ya una realidad operativa en China. El vehículo, parte de una flota de reparto sin intervención humana, simboliza la aceleración de un cambio estructural en el sector logístico, liderado por el gigante ZTO Express con el respaldo directo del gobierno chino.
Desde finales de 2024, estos camiones autónomos —dotados de sensores, cámaras de alta resolución y sistemas de inteligencia artificial capaces de interpretar el entorno tridimensional— recorren más de 170 kilómetros transportando hasta mil paquetes por trayecto, sin requerir asistencia humana. El piloto comenzó en zonas industriales, comerciales y residenciales de Qionghai, bajo la supervisión de la Administración Postal del Este de Hainan, y se ha expandido rápidamente por toda la isla y otras regiones del país.
Este impulso es parte de la estrategia nacional «China 2030», que persigue situar al país en la vanguardia tecnológica mundial. ZTO ya había introducido en julio de 2024 furgonetas autónomas en Taizhou, con capacidad de hasta 800 paquetes y sistemas de comunicación V2X que les permiten interactuar con semáforos, sensores de carretera y otros vehículos para optimizar la circulación y evitar colisiones. Actualmente, estas furgonetas cubren un tercio de las entregas de última milla en zonas industriales de la ciudad.
En agosto, la compañía dio un nuevo salto al incorporar 400 camiones pesados autónomos a su red nacional. Estos vehículos, desarrollados junto a Inceptio Technology y Dongfeng Commercial Vehicle, integran frenado redundante, sensores LIDAR y software de navegación patentado, con un historial de más de 200 millones de kilómetros recorridos sin conductor.
El éxito del modelo se explica en parte por la flexibilidad regulatoria en provincias como Hainan, donde se redujo a solo 3.000 kilómetros el requisito de pruebas para autorizar la circulación de estos vehículos, frente a los hasta 30.000 kilómetros exigidos en otras zonas. Esta medida ha sido replicada ya por doce provincias chinas, lo que ha permitido escalar rápidamente el número de unidades operativas. Pekín ha comprometido además 1.400 millones de dólares para modernizar carreteras con tecnología 5G y redes V2X.
La plataforma de control de ZTO supervisa en tiempo real el funcionamiento de 200 vehículos en 40 ciudades, incluyendo interacciones con peatones, consumo energético y estado técnico. En abril de 2025, la compañía ya operaba 27 camiones autónomos en su centro logístico de Laiwu (Shandong), donde se espera desplegar 1.500 unidades antes de que finalice el año, con una previsión de reducir los costes laborales en un 50%.
El sector logístico chino, con un crecimiento imparable en los volúmenes de paquetes —más de 130.000 millones en 2024— y un incremento anual del 8% en costes de personal, ve en la automatización una salida estratégica. Empresas como Cainiao (grupo Alibaba), JD Logistics o Meituan están siguiendo caminos similares, con miles de vehículos autónomos activos en diversas ciudades del país.
El contraste con Estados Unidos es notable. Allí, las iniciativas se encuentran fragmentadas por regulaciones estatales y la falta de inversión centralizada. Proyectos como los de Aurora Innovation, Kodiak Robotics o Nuro avanzan, pero con despliegues muy limitados. Según S\&P Global Mobility, para 2030 China contará con 250.000 vehículos logísticos autónomos de Nivel 4, frente a los 230.000 de EE. UU., donde la mayoría seguirán centrados en transporte de pasajeros.
El modelo chino, sustentado en una estrategia centralizada, una red vial adaptada —con 45.000 kilómetros disponibles para vehículos autónomos— y más de 16.000 licencias emitidas, posiciona al país asiático como líder mundial en este campo. El llamado «ejército de camiones fantasma» avanza con firmeza, mientras el resto del mundo observa, aún lejos de replicar esta revolución sobre ruedas.
