La noche en que el fuego purifica y el mar renueva: Cantabria se rinde a la magia de San Juan

Miles de personas celebrarán el 23 de junio la Noche de San Juan, una tradición ancestral que une fuego, agua y leyenda en toda la costa cántabra

Cantabria, junio de 2025. – La noche más corta del año vuelve a convertirse en la más mágica. Cada 23 de junio, miles de personas en Cantabria y en toda España se reúnen en torno al fuego para celebrar la Noche de San Juan, una festividad ancestral cargada de simbolismo y emoción, especialmente viva en los municipios costeros cántabros.

Aunque actualmente se relaciona con la festividad cristiana de San Juan Bautista (24 de junio), sus raíces se hunden en las antiguas culturas europeas, como la celta, que celebraban el solsticio de verano encendiendo hogueras para honrar al sol y pedir protección, fertilidad y buena cosecha. Con la llegada del cristianismo, la Iglesia adaptó estos rituales al calendario litúrgico, vinculándolos al nacimiento de San Juan.

Hoy, la tradición se mantiene con fuerza en Cantabria. El fuego es el gran protagonista: las hogueras simbolizan la purificación y la renovación. En muchas localidades, los asistentes escriben en papel sus deseos o temores para después arrojarlos a las llamas, confiando en que el humo los transforme.

El agua también tiene un papel destacado. Bañarse en el mar al amanecer o lavarse el rostro con el rocío son prácticas cargadas de sentido: salud, belleza y renacimiento espiritual.

De Laredo a San Vicente: un litoral encendido por la tradición

En la costa cántabra, la Noche de San Juan se vive intensamente. Municipios como Laredo, Castro Urdiales, Suances o San Vicente de la Barquera organizan grandes hogueras en la playa, acompañadas de pasacalles, conciertos, degustaciones populares como sardinadas y chocolatadas, y espectáculos pirotécnicos.

Los más pequeños disfrutan de talleres y juegos durante el día, y por la noche, la atmósfera se impregna de magia. En algunas localidades, incluso se recuperan leyendas y personajes del imaginario cántabro como la Anjana o el Ojáncano, que acompañan los rituales con un toque mítico y local.

Una noche para recordar lo esencial

Más allá de la celebración, la Noche de San Juan representa un vínculo con la naturaleza, con los ciclos de la vida y con las raíces culturales. Es un momento de comunidad, de mirar hacia dentro y de proyectarse hacia el futuro con esperanza.

En Cantabria, esta tradición se vive con una intensidad única: cada hoguera enciende no solo una llama, sino también una memoria colectiva que pervive generación tras generación.