Senda Fluvial del Nansa
Los principales medios de comunicación nacionales resaltan la belleza y singularidad de la Senda Fluvial del Nansa
Los paisajes cántabros ofrecen al senderista la oportunidad de sumergirse en auténticas maravillas naturales, con recorridos que combinan bosques, ríos, cascadas, montañas y costas, todo ello enriquecido con la exquisita gastronomía y tradiciones de la región.
Una de las joyas que merece la pena descubrir es la Senda Fluvial del Nansa, un recorrido de aproximadamente 7 kilómetros que sigue el curso del río Nansa a través de encantadoras pasarelas de madera, adentrándose en exuberantes paisajes naturales y descubriendo fascinantes rincones como cascadas y cuevas.
Para explorar esta impresionante senda, que ha sido destacada como una de las más hermosas de Cantabria, se puede iniciar el recorrido desde la localidad de Muñorrodero, cerca de la desembocadura del río Nansa. Desde allí, se puede seguir la ruta hasta Camijanes y, opcionalmente, extenderla unos 7 kilómetros más hasta Cades.
La Senda Fluvial del Nansa forma parte de la red de espacios protegidos de Cantabria y también es conocida por formar parte de una etapa del Camino Lebaniego, uno de los caminos de peregrinación más importantes de la región.
El sendero ofrece un viaje a través de paisajes naturales impresionantes, con pasarelas de madera, escaleras y un entorno lleno de vegetación y fauna. Además, la ruta está perfectamente señalizada y adaptada para el turismo, lo que la convierte en una opción ideal para familias y amantes de la naturaleza por igual.
Durante el recorrido, se pueden encontrar antiguos puentes de piedra utilizados por pescadores, así como encantadores rincones como la Cueva El Rejo, hogar de diversas especies de murciélagos. La ruta culmina en la Central Hidroeléctrica de Camijanes, donde una hermosa cascada invita a relajarse y disfrutar de la naturaleza.
Para llegar al punto de inicio de la Senda Fluvial del Nansa en Muñorrodero, se puede tomar dirección a este pequeño pueblo, ubicado en el municipio de Val de San Vicente, Cantabria. Una vez allí, se puede aparcar cerca del cementerio y seguir las indicaciones hacia el inicio del sendero, marcado por unas escaleras de madera junto al río.
En resumen, la Senda Fluvial del Nansa es una experiencia imperdible para aquellos que desean explorar la belleza natural de Cantabria y sumergirse en paisajes de ensueño que cautivan a todo aquel que los visita.