La Universidad de Cantabria pone en marcha su reforma estatutaria

El claustro universitario ha aprobado hoy el inicio del proceso y ha elegido a los representantes para la Comisión de Reforma de los Estatuto
Santander, 11 de septiembre de 2025.- El Claustro Universitario de la Universidad de Cantabria (UC), reunido hoy en sesión ordinaria, ha aprobado el inicio del proceso de reforma estatutaria conforme a la propuesta recibida por parte del Consejo de Gobierno.
Además, en la misma sesión se han elegido a los representantes del claustro, de los diferentes sectores -17 entre los profesores doctores con vinculación permanente (sector I), 5 para el resto del profesorado y personal investigador (sector II), 5 para los estudiantes y 3 para el personal técnico, de gestión y de administración y servicios (PTGAS)-, que participarán en la Comisión de Reforma de los Estatutos. A su vez, se ha determinado que dicha comisión emita su informe sobre la propuesta inicial en el plazo de dos meses.
En el caso de primer sector, se ha aprobado una lista con una representación equilibrada por centros, entre cargos académicos y de figuras de profesorado, así como de género.
Según ha explicado el secretario general de la UC, Julio Álvarez, para esta reforma “vamos a tener poco tiempo, aproximadamente cuatro meses para hacer un anteproyecto, ya que el proceso se ha iniciado tarde, por diferentes vicisitudes como son: el retraso en las elecciones a rector y el hecho de que el claustro anterior terminaba mandato y no es posible hacer una reforma estatutaria en los tres últimos meses, lo que ha conllevado la constitución de un claustro nuevo”. Para agilizar este proceso, la redacción del borrador ha sido realizada por el catedrático de Derecho Administrativo de la UC Javier Barcelona. Una vez aprobado el texto en el claustro habrá de remitirse al Gobierno de Cantabria para que haga “un control de legalidad” y en marzo tener estatutos nuevos.
Esta reforma estatutaria viene determinada, recuerda el secretario general, por los cambios que introduce la Ley Orgánica 2/2023, de 22 de marzo, del Sistema Universitario (LOSU) que ya en la exposición de motivos introduce cambios “un tanto filosóficos” como que “el conocimiento sea útil a la sociedad, en relación con el concepto de ciencia abierta, o que se dedique atención al aprendizaje permanente, al lifelong learning”.
Pero también hay cambios muy concretos, señala Álvarez. Por ejemplo, la ley sugiere acabar con la precariedad. Por lo que, el 40% de contratos temporales que se venía admitiendo, ha de reducirse a un 8%. Otros cambios concretos son el sistema de elección de algunos órganos, como el de los directores o decanos de centros que ahora ha de ser por sufragio universal; los requisitos para ser rector o rectora, o la representación mínima de los estudiantes en determinados órganos. Otras modificaciones tienen que ver con la transparencia y la digitalización, apunta.
En este sentido, aclara el secretario, la filosofía del equipo de gobierno en cuanto a estos estatutos es “que no sean un reglamento ni regulen con detalle todos los aspectos de la vida universitaria, sino que sean una norma básica de convivencia y que sirvan de punto de partida para que el Consejo de Gobierno desarrolle normativa con mayor agilidad”.
“Nuestra idea es que sean unos estatutos de mínimos en el sentido formal, y que no endurezcan los requisitos que establece la LOSU”, ha subrayado.