Los jardines históricos como “paisaje cultural y símbolo de poder” centran el Curso de Verano de la UC en Comillas

El monográfico incluye cuatro salidas al campo para conocer los jardines de Gerramolino, La Rabia, Finca Cotubín y Sobrellano
Comillas, 7 de julio de 2025.-La Fundación Comillas, con su magnífico entorno y las vistas al jardín del Palacio de Sobrellano, se convierte desde hoy en el escenario perfecto para el Curso de Verano de la Universidad de Cantabria (UC) titulado ‘Jardines históricos. Arte, ingeniería y paisaje cultural’. Dirigido por la responsable académica del CIESE-Fundación Comillas, Celestina Losada, este monográfico tuvo que ampliar sus 40 plazas iniciales para dar cabida a la alta demanda del alumnado, con perfiles variopintos como técnicos, ingenieros, arquitectos, historiadores del arte, paisajistas, jardineros, botánicos y personas interesadas en el Patrimonio Cultural.
El curso de verano de la UC fue inaugurado este lunes, 7 de julio, con la presencia de la alcaldesa de Comillas, Teresa Noceda; la directora del Área de Cursos de Verano de la UC, Rosa Martín, el representante de Textil Santanderina, Juan Antonio Mazorra; y la directora de la actividad, Celestina Losada.
La alcaldesa de Comillas aseguró que “Comillas es un filón» en lo que a patrimonio se refiere, y recordó la importancia que en su momento tuvo el jardín del Palacio del Marqués, diseñado por los mejores paisajistas ingleses de la época. Aunque perdido en su mayor parte “la pasada legislatura se redactó un plan director para poder recuperarlo, y esperamos que se pueda hacer realidad», deseo la política.
Por su parte, la directora del Área de Cursos de Verano de la UC dio la bienvenida al alumnado, recordando que la Fundación Comillas es una de las 16 sedes de la programación estival de este año. Martín apostó por que los cursos de verano no sean un mero canal de transferencia de conocimientos, sino que sirvan también para “generar debate e intercambio de ideas».
JARDINES DE CANTABRIA
El curso ‘Jardines históricos. Arte, ingeniería y paisaje cultural’ que esta semana se imparte en la Fundación Comillas compaginará ponencias técnicas con cuatro salidas al campo, para conocer de primera mano otros tantos jardines de Cantabria “donde hay magníficos ejemplos de jardines históricos declarados”, destacó la directora de este monográfico.
Asimismo, se visitará de la mano de sus propietarios, paisajistas y guías turísticos, los jardines de Gerramolino y La Rabia en Comillas. “Son maravillosos. Uno de finales del siglo XVIII es un paisaje inglés a la orilla de la ría, y el otro un creado y alterado para aclimatar una serie de plantas y vegetación no autóctona pero que se quiere aclimatar a Cantabria para en un futuro poderla implantar en el parque de Sobrellano y reconstruir el proyecto del marqués que no llegó a concluirse”, explicó Celestina Losada.
ASOCIACIÓN SIMIENTES INFITAS
También se recorrerá el Parque de Sobrellano o la Finca Cotubín en Esles de Cayón. Y en los invernaderos de Campuzano, en Torrelavega, sede del proyecto de la Asociación Simientes Infinitas para recuperar variedades de tomate perdidas, “aprenderemos cómo los sistemas de cultivo tradicionales incorporan un corpus de elementos inmateriales que agrupa rituales, gestos, topónimos, símbolos, leyendas; una memoria del paisaje que conforma nuestro territorio», indicó Losada.
De esta manera, el monográfico abordará la relación del jardín, público y privado, con la arquitectura de su entorno y con el grupo social del que depende, ya sean propietarios, paisajistas, jardineros, botánicos, investigadores o conservadores, al tiempo que trasladará a los participantes la visión del jardín como paisaje cultural desde la investigación histórica, la historia del arte, la arquitectura y la ingeniería agraria que actualmente desarrolla interesantes proyectos de investigación en torno a la recuperación y aclimatación de plantas y cultivos tradicionales y novedosos en estos espacios verdes. Celestina Losada, como Cicerón, lo tiene claro: “Quien tiene un jardín y una biblioteca, lo tiene todo».