El inicio de las obras para evitar las inundaciones en Caranceja acaba con el miedo de los vecinos
El inicio de las obras que evitarán las inundaciones en el pueblo de Caranceja acerca a los vecinos el final del miedo que vienen sufriendo con cada episodio de lluvias intensas. “Llevamos muchísimos años peleando por estas obras, sobre todo los vecinos que son los que más las han sufrido”, ha subrado el alcalde de Reocín, Pablo Diestro.
Los trabajos tienen un importe de 3,5 millones de euros, que serán íntegramente financiados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y un plazo de ejecución de 30 meses. Sin embargo, los trabajos de la obra civil y que son los más importantes para evitar las inundaciones, tienen un plazo de 7 meses.
Esos trabajos fundamentales consistirán en la “ejecución de un caballón y una obra de fábrica para cruzar la carretera y además un desagüe”, ha explicado Diestro.
“Si todo va en orden, y todo parece que sí, este será el último invierno que los vecinos de Caranceja pasen miedo; el miedo y la incertidumbre que todos tenemos cada vez que empieza a llover de forma cuantiosa”, ha subrayado el alcalde.
Pablo Diestro ha visitado el inicio de los trabajos acompañado por la concejala de Obras, Margari Martínez; el pedáneo de Caranceja, José María Rubín; y el resto de miembros de la Junta Vecinal de este pueblo.
Como ha recordado, fue la doble inundación que sufrió Caranceja en 2019, una en enero y otra en octubre, la que forzó que se pusieron en marcha todos los mecanismos de la Confederación Hidrográfica y del Gobierno de Cantabria. El resultado fue una actuación financiada íntegramente por el Ministerio de Transición Ecológica, mientras que el Gobierno de Cantabria se ha encargado de las expropiaciones. “Por parte del Ayuntamiento hemos colaborado en todo lo necesario, desplazando las acometidas de agua y retirando las farolas para iniciar los trabajos”, ha indicado el regidor.
Diestro ha reiterado que los trabajos fundamentales para evitar las inundaciones estarán listos en unos siete meses, con lo que este será el último invierno en que los vecinos de Caranceja sufrirán la zozobra de vigilar el cielo y el río temiendo inundaciones.
“Estas obras suponen sobre todo tranquilidad”, ha enfatizado el pedáneo de Caranceja. Como destaca, cuando llueve hay “un peregrinaje constante de la gente del pueblo al Puente Viejo, a ver el nivel del agua, a mirar cómo están las fincas” y hay personas mayores “cuyos hijos cuando hay lluvias intensas se los llevan” a otras localidades “para que no corran peligro”.
El inicio de los trabajos y el cronograma de que en 7 u 8 meses se habrá evitado el riesgo de inundaciones trae un respiro a Caranceja. Rubín ha querido transmitir que es “un desasosiego que tiene la gente de día y de noche” y no solo quienes viven en las zonas inundables, también los que tienen sus casas en la zona alta del pueblo, que no se ven afectados, “están pendientes de las personas mayores de Caranceja y de los vecinos de las zonas inundables”.
El pedáneo también ha recordado los importantes daños materiales que han causado las inundaciones y la “revalorización de casas y fincas” que supondrá la solución de este problema.
Fuente: ayto-reocin.com