Sofía Gutiérrez-Tobar en nuestro Rincon de Artistas
Sofía Gutiérrez y María Argüeso llevarán a cabo un concierto lírico el próximo día 10 de agosto en Comillas.
El escenario será la Iglesia del Antiguo Seminario Mayor, lugar majestuoso e idílico para este tipo de evento por ello queremos conocer a Sofía
22.07.2024. – Natural de El Astillero ha mostrado pasión por la música desde muy temprana edad. Su carrera comenzó en la Escolanía de Astillero, donde destacó como coralista y solista. Aunque inicialmente comenzó estudios en Ingeniería Aeroespacial, su amor por la música la llevó a dedicarse completamente a esta disciplina.
¿Cómo y cuándo descubriste tu pasión por la música?
Creo que es muy difícil determinar un momento exacto en el que descubrí mi pasión por la música porque siempre ha estado de alguna forma muy presente en mi vida. De hecho, siempre he sido muy consciente de que tenía cierto talento para ello. Mi primer recuerdo musical fue una grabación que hice de muy pequeña, debía tener unos 7 u 8 años, en Torrelavega. Fue en un pequeño estudio de grabación en el que grababas una canción y luego te daban la grabación en un disco. Mi padre siempre recuerda que el chico que se encargaba de la grabación se sorprendió mucho con mis capacidades musicales a una edad siendo tan pequeña. Hoy en día mi familia todavía recuerda como broma que mi carrera empezó con “La reina del pop” de la Oreja de Van Gogh.
¿Qué recuerdos tienes de tus primeros años en la Escolanía de Astillero?
La Escolanía de Astillero es la causa de que esté ahora mismo donde estoy porque, de pequeña, no tenía ningún otro contacto con la música clásica. El primer recuerdo que tengo de la Escolanía fue cuando decidí entrar a formar parte de ella a los 10 años. Fui a ver un concierto suyo en la Sala Bretón de Astillero y decidí que ese era mi sito. Por supuesto tengo muchos más recuerdos en la escolanía, desde escuchar a compañeras que me inspiraron a dedicarme a la música hasta anécdotas graciosas que darían para escribir un libro. Pero, sobre todo, me quedo con todo el aprendizaje y la pasión que inspiró en mí Jesús Carmona, que ha sido uno de los pilares fundamentales en mi camino.
¿Qué te motivó a cambiar de Ingeniería Aeroespacial a la música?
La respuesta a esta pregunta es sencilla, pero tomar la decisión no lo fue tanto. En definitiva, abandoné mi formación como ingeniera porque sabía que no era mi sitio. Fue una decisión difícil porque mi círculo cercano no tenía mucho conocimiento sobre la vida musical y cuando desconoces algo es complicado confiar en ello. Tengo muchísimo que agradecer a mis padres porque ya han pasado 5 años desde que tomé esta decisión y nunca han dejado de apoyarme, pero soy consciente de que abandonar la ingeniería para dedicarme a la música es un salto de triple tirabuzón hacia el abismo. Yo confié en mi decisión porque siempre me he sentido muy conectada con la música y, aunque puede que mi futuro como cantante sea más incierto que como ingeniera, soy más feliz que nunca. La musica me llena, me hace sentirme una persona completa; de hecho, soy tan feliz haciendo lo que hago que muchas veces me tengo que poner limites para no sobre cargarme de trabajo. Estoy segura de que, aunque hubiese terminado mi carrera de ingeniera, habría terminado dedicándome a la música.
¿Qué experiencias significativas viviste durante tus estudios en el Conservatorio Ataúlfo Argenta y la Escuela Superior de Canto de Madrid?
Realmente no puedo hablar mucho del Conservatorio Ataúlfo Argenta ya que solo estuve un año y justo coincidió con la pandemia. Por el contrario, la Escuela Superior de Canto de Madrid me ha dado toda la formación que podría imaginar, siempre bajo la tutela de Juan Lomba y Duncan Gifford. La Escuela Superior de Canto de Madrid no es un centro de formación común, es más, solo existe en el mundo otra escuela superior de formación íntegra para cantantes y está en EE. UU. En estos cuatro años no solo he recibido la formación para ser cantante, sino que me han formado como una artista multidisciplinar, intentando darme siempre todos los materiales para desenvolverme con autonomía en el mundo profesional. Sin duda, las experiencias más significativas para mí han sido las producciones en las que he podido participar y en las que he descubierto que me apasiona el mundo escénico y que espero poder dedicarme a ello en un futuro. Evidentemente, la Escuela te da una formación muy completa, pero sería imprudente pensar que sales siendo cantante o artista; una carrera musical es para toda la vida y siempre hay cosas que mejorar y perfeccionar. Aún me queda muchísimo camino por delante.
¿Podrías hablarnos sobre tu experiencia en el Coro Joven de Santander?
Pertenecí al Coro Joven de Santander durante el curso 2019-2020 coincidiendo con mi formación en el Conservatorio Ataúlfo Argenta y, por desgracia, también con la pandemia. Sin embargo, tuve la oportunidad de participar en este fantástico coro, de ver cómo trabajan y, sobre todo, de conocer a jóvenes con las mismas inquietudes musicales que yo, cosa que no es fácil y más teniendo en cuenta que estamos en una ciudad pequeña. Precisamente por ello, la labor que hace el Coro Joven de Santander y todos los coros emergentes en Cantabria centrados en los más jovenes es imprescindible. Gracias a este tipo de instituciones nos damos cuenta de que la musica clásica no esta muerta, aunque sea más complicado descubrirla.
¿Qué significan para ti los premios y reconocimientos que has recibido en diversos concursos?
Estos premios, sin duda, son el reconocimiento de mi trabajo y sobre todo del de mis profesores, Juan Lomba y Duncan Gifford. Ellos desde el principio de mi formación han tenido fe en mí y se han volcado conmigo para conseguir que sacara la mejor versión de mí misma. Me han enseñado a darle valor a la música, a la técnica vocal, a la interpretación, al descanso… Son mis mejores guías en este camino y esos premios son por y para ellos. Por supuesto estos reconocimientos son una alegría para todo el mundo, pero no hay que olvidar que este es solo el principio de mi carrera y que hay que seguir trabajando mucho porque aún queda un largo camino por delante. De cualquier manera, no puedo negar que estoy muy feliz con haber empezado a dar estos primeros pasos.
¿Cómo ves el futuro del canto lírico en España y en el mundo?
La mayoría de gente no ve ningún futuro en el canto lírico y en la música clásica, sin embargo, yo cada vez estoy mas convencida de que sí lo hay. Es normal que a las personas que nunca han tenido contacto con la música clásica les parezca algo de otro siglo, pero creo que ese sentimiento es fruto desconocimiento y cada vez estoy más convencida de ello. Siempre invito a las personas que tengo a mi alrededor a todos mis conciertos, cada vez repite más gente y cada vez noto una respuesta de mayor disfrute y pasión, incluso en las personas menos lo esperarías. El pasado 20 de junio canté en el Auditorio Nacional de Música e invité a mi vecina de Madrid, una chica joven que me escuchó cantar en casa una vez y me preguntó a qué me dedicaba. Lo disfrutó como nadie y me ha dicho que la vaya informando de todos mis conciertos en Madrid porque va a intentar ir. Con esto quiero decir que en muchas ocasiones no es que a los jovenes no les guste la musica clásica, es que no la conocen. Es cierto que ahora está cambiando porque las RRSS ayudan a dar visibilidad con distintos creadores de contenido que hablan sobre música clásica, pero no solo podemos depender de las redes sociales. La inversión en cultura es necesaria.
Subirse a un escenario es una experiencia única y cargada de emociones y a corto plazo tienes por delante el concierto junto a María Argüeso Vega en la Iglesia del Antiguo Seminario Mayor de Comillas. ¿Cuéntanos tus sensaciones, tus vibraciones por subirte a un escenario como ese?
Estoy muy emocionada por poder cantar al fin en Cantabria, especialmente porque será un concierto en el que mi familia y amigos también podrán ver cómo he evolucionado. El enclave del concierto es ideal. La historia del seminario de comillas, lo preciosa que es la iglesia y la cantidad de artistas mundialmente reconocidos que han actuado allí hacen que nuestro concierto sea único y muy especial. Tengo muchísimas ganas de que llegue el día, que será el broche de oro al curso y el inicio de mis vacaciones.
¿Cómo crees que tu origen en El Astillero ha influido en tu carrera musical?
Creo que tanto mi formación de niña en la Escuela de Música Alicia Emma y mis 10 años como coralista en la Escolanía de Astillero han marcado el devenir de mi carrera musical. Estas instituciones me dieron la oportunidad de introducirme desde muy pequeña en la música clásica, lo cual no era fácil en la medida en que no tengo antecedentes familiares en este mundo. Con los años he ido viendo que lo más habitual es que los jóvenes que deciden dedicarse a la música sí que tengan familiares músicos. Pero yo tuve la suerte de que, cuando de pequeña decidí tener más contacto con la música clásica, estas dos instituciones astillerenses estaban ahí para proporcionarme esa formación. Espero que sigan ahí mucho tiempo, inculcando la música a las generaciones futuras.
Si pudieras volver a empezar, ¿harías algo diferente?
Lo cierto es que no. Todos los pasos que he ido dando me han traído a donde estoy hoy. Podría pensar que mis años en León estudiando la ingeniería podría habérmelos ahorrado, pero no lo creo. Allí fue donde fui verdaderamente consciente de que quería dedicarme a la música y el hecho de comenzar una carrera tan exigente me ha hecho tener una gran capacidad de estudio y esfuerzo. Creo que eso es una virtud por destacar que no sé si habría desarrollado si no hubiese empezado Ingeniería Aeroespacial. Todas las etapas de mi vida me enseñan algo y no creo que haya desperdiciado mi tiempo en ningún momento. Hay que aprender a exprimir todo lo bueno incluso de las malas experiencias.
Sofia ha sido parte de prestigiosas formaciones como el Coro Joven de Santander y ha cursado estudios en el Conservatorio Ataúlfo Argenta y la Escuela Superior de Canto de Madrid te agradecemos mucho tu amabilidad con nosotros dejándote nuestras puertas abiertas, pero antes de decirte hasta siempre una última pregunta ¿Tu lugar favorito de Cantabria para perderte?
Adoro Cantabria. Hay muchísimos sitios para perderse, pero, si me tuviera que quedar con uno, diría que la playa de Gerra después de pasar un par de días caminando y durmiendo en Picos de Europa es un trozo de paraíso.