Servicios, construcción y consumo, motores de la economía cántabra en el primer trimestre de 2004

La economía de Cantabria evolucionó con normalidad positiva en los tres primeros meses de 2004, siendo de nuevo los servicios y la construcción, junto al dinamismo del consumo interior, los motores de la economía regional, según recoge la publicación “Situación Económica de Cantabria”, que elabora y edita trimestralmente la Cámara de Comercio de Cantabria.

La actividad constructora fue nuevamente el sector puntero, a pesar del prolongado periodo de tiempo en que se mantiene esa fortaleza y los indicios de ralentización recientes. No se puede decir lo mismo de la actividad industrial que, por el momento, no consigue salir del estancamiento. Aunque existen acciones puntuales de transformación de las tradicionales ramas de tecnología por otras nuevas de mayor rentabilidad, como consecuencia del esfuerzo de las empresas industriales de la región, no se ha conseguido hasta ahora un cambio estructural en su conjunto. Encontrar las bases que fundamenten ese proyecto industrial a medio plazo, liderarlo y dirigirlo supondría poner los cimientos para que Cantabria retome una senda de crecimiento económico sostenible y diferencial y rompa la tendencia contraria, que tristemente se ha manifestado de nuevo en 2003. Según los recientes datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, Cantabria se situó entre las tres regiones españolas de menor crecimiento económico en el último año.

Respecto a la evolución del comercio exterior, las exportaciones crecieron un 2% respecto al cuarto trimestre de 2003 y un 7,4% respecto al primer trimestre de 2003, resultado favorable si se compara con la reducción media del 2,8% registrada en España. Las importaciones, en sentido contrario y en sintonía con el resto del país, disminuyeron durante este trimestre.

En el sector primario, la actividad ganadera en producción de leche y carne evolucionó de la forma habitual en este periodo. En la pesca desembarcada en los puertos cántabros se normalizaron las capturas, alcanzando un valor intermedio entre las obtenidas en los años 2001 y 2002. La catástrofe del Prestige, que afectó a los datos del primer trimestre de 2003, impide el análisis comparativo interanual.

La inversión industrial sigue bastante paralizada y el consumo energético, factor directamente vinculado a la producción, disminuyó un 17,4% en comparación con el primer trimestre de 2003. El índice de producción industrial aumentó ligeramente y la afiliación a la Seguridad Social, principal indicador de la evolución del empleo industrial, tuvo un ligero retroceso, aumentando también la tasa de paro (según la EPA) en un 6,6%.

En la construcción, a pesar de los datos negativos de empleo que, según la EPA, sitúan la tasa de paro en este sector en el 12,4% (el máximo valor desde el año 1997), todo apunta a una evolución más que positiva durante este primer trimestre. La afiliación de trabajadores sigue creciendo (un 1,9% en tasa intertrimestral y un 2,1% en tasa interanual); el consumo energético aumentó en tasa interanual un 12,8% (según datos de Enel Viesgo) y el consumo de cemento un 2,8%.

El tráfico del Puerto de Santander fue superior al primer trimestre del año pasado tanto en mercancías como en número de pasajeros del Ferry (con datos sólo de marzo, mes en el que reinicia su actividad). Esta situación se repitió en el aeropuerto, con aumentos en el número de pasajeros y mercancías.

En la evolución del sector turístico en la región, se produjo una reducción de la actividad en los hoteles en su conjunto respecto al primer trimestre del año pasado, como consecuencia del menor número de visitantes españoles, que no compensa el aumento de extranjeros por su escaso peso sobre el total. En sentido contrario, aumentó la actividad del turismo rural y lo hace como consecuencia de la tendencia contraria: el aumento significativo del número de visitantes nacionales, a pesar de la reducción del número de extranjeros, siempre en comparación con el primer trimestre de 2003.

En cuanto a la evolución del empleo, se redujo la tasa de paro un 4,2% frente al aumento del 2,4% registrado a nivel nacional y, aunque la afiliación a la Seguridad Social creció menos en la región, aumentó más que en el primer trimestre de 2003. La tasa de actividad, que mide el número de personas con empleo sobre la población activa, es decir, sobre las personas que desean y buscan empleo, no consigue alcanzar la media del país, que en este trimestre se mantuvo estable y en Cantabria se redujo en siete décimas.