Descubre las conversaciones de autoestima con tus pequeños inspiradas en El Principito
El encanto de El Principito radica en su capacidad para enamorar tanto a niños como a adultos. Cada lector lo aborda con una perspectiva única, lo que lo convierte en una experiencia especial. Aquí te presentamos algunas de las mejores frases de este personaje universal que te ayudarán a hablar sobre autoestima con tus hijos en los momentos que lo necesiten.
Esta novela corta, escrita por el novelista y aviador Antoine de Saint-Exupèry, se ha convertido en una de las obras más leídas y reconocidas de la literatura universal. Fue concebida mientras el autor se hospedaba en un hotel de Nueva York y vio la luz por primera vez el 6 de abril de 1943 en Estados Unidos.
A pesar de la intensa pero breve vida de Saint-Exupèry, quien falleció a los 44 años, esta obra, la más breve de su repertorio, lo catapultó como uno de los autores más renombrados y respetados.
El Principito ostenta el título del libro más traducido del mundo, siendo una fuente inagotable de inspiración para millones de lectores en diferentes etapas de sus vidas. Su simplicidad alberga lecciones vitales que se disfrazan de diálogos infantiles, lo que otorga a la historia un carácter atemporal y universal.
La trama sigue la historia de un niño que habita en un pequeño asteroide y decide explorar otros planetas, encontrándose con singulares personajes. Estos encuentros y diálogos proporcionan frases con las que podrás hablar sobre la autoestima con tus hijos de manera sencilla, en su propio lenguaje, a través de las palabras y pensamientos de un niño como ellos.
Aquí te presentamos algunas de estas frases, perfectas para abordar el tema de la autoestima:
Todas las personas grandes han sido niños antes, pero pocas lo recuerdan.
Sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.
Es preciso que soporte dos o tres orugas si quiere conocer a las mariposas.
Es una locura odiar todas las rosas sólo porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños solo porque uno de ellos no se cumplió.
Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio.
La perfección se consigue no cuando no hay más que añadir sino cuando no hay más por quitar.
El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe a dónde va.
Saber reconocer nuestros errores es algo que puede ser muy complicado pues lo primero es reconocer que no somos perfectos.
Los baobabs comienzan por ser muy pequeñitos.
El fracaso fortifica a los fuertes.
El hombre se descubre cuando se mide con un obstáculo.
En toda multitud hay hombres a los que no se distingue, pero son portadores de mensajes prodigiosos. Y sin saberlo ellos mismos.
Lo bello del desierto es que en algún lugar esconde un pozo.
Estas citas son poderosas herramientas para dialogar sobre la importancia de aceptarse a uno mismo, valorar lo esencial, trabajar en mejorar como personas y evitar juzgar y ser juzgados. Son reflexiones que invitan a valorar nuestras singularidades, reconocer errores y entender que la perfección radica en la autenticidad. ¡Explora estas frases y adéntrate en conversaciones reveladoras con tus pequeños inspiradas en El Principito!