Garaje sin vado

 Garaje sin vado

Aparcar en la puerta de un garaje puede convertirse en un desafío en las congestionadas calles de la ciudad, especialmente durante las horas pico de tráfico. Con frecuencia, los conductores se ven tentados a utilizar espacios aparentemente vacíos, solo para descubrir que son accesos a garajes marcados con una señal de vado. Pero, ¿qué sucede cuando no hay señal alguna?

Antes de abordar esta pregunta, es crucial recordar que detenerse frente a un garaje, ya sea con o sin placa de vado, está permitido por un máximo de dos minutos, siempre y cuando no obstruya el paso de vehículos o peatones.

Entonces, ¿es posible estacionar frente a un garaje sin señal de vado? La respuesta reside en el Reglamento General de Circulación (RGC), específicamente en su artículo 91.1. Este artículo establece que la parada y el estacionamiento deben realizarse de manera que no obstruyan la circulación ni representen un riesgo para otros usuarios de la vía.

Por lo tanto, aunque un garaje carezca de una señal de vado, no está permitido estacionar frente a su entrada, ya que esto obstaculizaría la circulación de los vehículos que necesitan acceder a dicho garaje.

Existe una distinción respecto a los garajes que tienen vado: según el Real Automóvil Club de España (RACE), el propietario del vehículo no está legalmente obligado a moverlo, aunque la interpretación de la ley puede variar según la autoridad pertinente.

Sin embargo, el conductor negligente aún puede enfrentarse a una multa de 200 euros (o 100 si se paga de inmediato), sin pérdida de puntos en su licencia de conducir.

En cuanto a los casos especiales, como un garaje sin señal de vado pero con una línea amarilla en el bordillo, las restricciones pueden variar según la disposición de la línea. Una línea continua prohíbe tanto la parada como el estacionamiento, mientras que una línea discontinua permite la parada pero no el estacionamiento, similar a las restricciones impuestas por una señal de vado.

¿Entonces, para qué sirve un vado? Además de indicar el derecho de paso, el vado compensa al municipio por permitir el uso de la acera pública para acceder al garaje y por la necesaria modificación del bordillo. En caso de existir un vado, el RGC prohíbe expresamente el estacionamiento en ese espacio, lo que podría resultar en una multa de 200 euros, con posibles costos adicionales si el vehículo es remolcado y llevado a un depósito.

J. Quintanilla

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