Origen del Día de los Santos Inocentes y la falsa emisión de la noticia de la llegada de extraterrestres
El origen del Día de los Santos Inocentes se remonta a una conmemoración religiosa vinculada a un evento relatado en el Evangelio de Mateo en la Biblia cristiana. Según esta narración, el rey Herodes, temiendo la llegada de un nuevo rey de los judíos, ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén y sus alrededores.
El relato bíblico describe este suceso como un intento de Herodes por eliminar al supuesto nuevo rey, Jesús, que había nacido en Belén. Sin embargo, José, el esposo de María y padre terrenal de Jesús, alertado en un sueño por un ángel, huyó con su familia hacia Egipto, evitando así la masacre.
En la Iglesia católica, se estableció la festividad de los Santos Inocentes el 28 de diciembre como un día de conmemoración de estos niños considerados mártires, por ser las primeras víctimas de la persecución de Herodes. Esta festividad, aunque tiene un origen religioso, con el tiempo adquirió también un carácter festivo y popular, donde en algunos países se realizan bromas y juegos inocentes en memoria de aquellos inocentes que perdieron la vida.
La tradición de gastar bromas en el Día de los Santos Inocentes, especialmente en España y otros países de habla hispana, se desarrolló a lo largo de los siglos, transformando una festividad religiosa en un día para compartir risas y diversión mediante travesuras y bromas inofensivas.
Elegir la mejor inocentada de la historia es difícil, ya que ha habido numerosas bromas ingeniosas y memorables a lo largo del tiempo. Algunas han sido llevadas a cabo por medios de comunicación, empresas, celebridades e incluso por personas comunes y corrientes. Sin embargo, una de las inocentadas más famosas y que ha dejado un gran impacto es la «falsa emisión de la noticia de la llegada de extraterrestres».
El 30 de octubre de 1938, el director y guionista Orson Welles transmitió una adaptación radiofónica de «La Guerra de los Mundos», la famosa novela de H.G. Wells sobre una invasión alienígena. La interpretación de la obra fue realizada como un programa de noticias interrumpidas por informes de una invasión marciana. A pesar de que se anunció claramente al inicio y en varios puntos del programa que era una dramatización, muchos oyentes sintonizaron después del inicio y pensaron que la Tierra estaba siendo invadida por extraterrestres.
La dramatización de Welles causó pánico en algunas áreas donde la audiencia no había captado las advertencias iniciales, generando llamadas a la policía y escenas de confusión en las calles. Esta historia se convirtió en un hito en la historia de las bromas mediáticas, demostrando el poder de los medios de comunicación y cómo la credibilidad de un mensaje puede influir en las masas.
Aunque ha habido muchas otras inocentadas famosas y creativas a lo largo de los años, la dramatización radiofónica de «La Guerra de los Mundos» de Orson Welles destaca como una de las más impactantes y que generó un gran revuelo en su época.