Por qué deberías incorporar ejercicio cardiovascular en tu rutina (y cómo hacerlo divertido)

Para muchos hombres, el ejercicio cardiovascular suele pasar desapercibido en el gimnasio. Sin embargo, este tipo de ejercicio no solo es esencial para la salud, sino también para prolongar la vida. Aunque puede parecer aburrido y monótono, el trabajo del corazón es crucial, y mejorar su resistencia tiene un impacto significativo en nuestra salud general.

El ejercicio cardiovascular no se trata solo de fortalecer el músculo cardíaco; también mejora la circulación sanguínea y la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno. Además, reduce la tensión arterial, disminuye los niveles de colesterol y mitiga el riesgo de diversas enfermedades, incluidos el Alzheimer y ciertos tipos de cáncer.

La Asociación Americana del Corazón sugiere al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana o 75 minutos de actividad intensa, o una combinación de ambas. Aunque la idea de pasar tanto tiempo puede parecer desalentadora, hay formas de incorporar el ejercicio cardiovascular en tu vida diaria sin aburrirte. Puedes optar por actividades alternativas como remar, saltar la cuerda o practicar deportes como baloncesto, tenis o fútbol.

El cardiólogo deportivo Ben Levine aconseja variar los tipos de ejercicio y su duración para mantenerlos estimulantes y evitar lesiones por movimientos repetitivos. La clave es mantenerse activo y disfrutar del proceso. No es necesario ir al gimnasio para mantenerse en movimiento; simplemente puedes acelerar el paso mientras caminas hacia el trabajo o subir las escaleras en lugar de usar el ascensor.

Un estudio reciente mostró que el ejercicio dedicado en la mediana edad puede revertir los efectos de trastornos como la hipertensión, e incluso prevenir enfermedades graves, como la insuficiencia cardíaca en el futuro. Así que, al igual que puedes hacer que las verduras sean apetitosas, el ejercicio cardiovascular puede ser atractivo si consideras los beneficios a largo plazo. No se trata solo de cómo se ve en el exterior, sino de cómo te sientes y cuánto tiempo puedes disfrutar de una vida saludable y activa. No subestimes el poder de un corazón fuerte y saludable; puede ser la clave para vivir una vida más larga y satisfactoria.